lunes, 3 de noviembre de 2008

Abrir los ojos para ver mejor, cerrarlos para soñar

La realidad es más que lo evidente. Está llena de insospechados matices y tonos bajos, de pliegues y susurros que, aturdidos por la prisa cotidiana, no nos detenemos a mirar/oir/sentir. Abrumados por las malas noticias a veces nos olvidamos de que hay otras cosas, distintas, extrañas, valiosas, que también merecen ser conocidas.
La imaginación entre tanto es un poder evocador que se alimenta de todo lo que nuestros sentidos perciben y lo reelabora dentro de cada uno para dar a luz algo novedoso y original. No pocas veces sirve incluso para cambiar nuestro mundo. No tiene límites ni espacio, ni forma definida más que los que nosotros le demos. Como juego de dioses, nos sirve para replicar el poder de la creación una y otra vez. Necesitamos a la imaginación y a la realidad para poder vivir. Son las dos mitades de nuestro propio universo.

No hay comentarios: